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Torso 2

Si hay algo objetivo donde habita el inconsciente, esto es, su capacidad de producir símbolos. Tengo un sueño recurrente; a veces sueño que voy por un camino de tierra, y a la izquierda de ese camino hay un campo lleno de esculturas que salen de la tierra, a medio enterrar algunas; algunas son muy grandes, y yo voy de unas a otras.

Quizá las trazas de historicidad en mi obra, tan específicamente dirigidas a la escultura clásica occidental, tengan su origen en un oscuro poder de atracción. Pienso de manera selectiva en este pasado ancestral que tomo como punto de partida; probablemente voy tras la búsqueda de un misterio por descubrir, algo fértil del pasado que sirva para dialogar con el futuro, para construir algo nuevo desde las cenizas de un arcano secreto. Según Gadamer, la obra de arte no es un mero portador de sentido, el sentido de la obra radica en que ella está ahí. Mis pinturas-esculturas remiten a algo que no está de modo inmediato en la lectura comprensible como tal, algo que se puede tener o experimentar de inmediato.

Torso 2. Acrílico sobre lienzo, 138 x 106 cm. 2013

Torso2