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Jardinière

Tomo como punto de partida la cerámica Jardinière de Luca Madrassi, así como su simbología y su significado, y los hago evolucionar.

Hay una entrada al cuadro a través de la mirada y la complicidad del niño de la derecha, que marca el recorrido del espectador por la escena. Esto ya existía en la cerámica original pero al trasladarlo al formato lienzo y tomar esa vista se hace más evidente. En mi interpretación las mariposas simbolizan el amor platónico, y los niños representan una única presencia, dando un matiz íntimo y narcisista al amor y la fuerza interior, el vínculo con uno mismo a través de su igual. Trato de aislarlos con un recuadro blanco que simboliza la pureza, la inocencia, y otro área donde respira el lienzo, dejando toda esa energía acolchada, contenida por fuerzas que contrarrestan su inercia a derramarse, en semejanza al confort que existe en un vientre materno y en el instinto. Mi obra trata de establecer un diálogo con ese instinto que todos tenemos, la pasión  elemental y la fuerza interior.

Jardinière. Acrílico sobre lienzo, 97 x 88 cm. 2009-2010

Jardiniere