“Una afirmación es metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto, cuando emite un juicio sintético.” Kant
He optado por duplicar el ciervo. Los ciervos representan una única presencia al estar duplicados. Entendiendo la esencia como el conjunto de propiedades que definen una clase natural, y situándonos en un plano metafísico, el duplicado me permite determinar las propiedades comunes a todos los individuos ciervos posibles. A través del conjunto de propiedades de ambos ciervos llegamos a la clase lógica, es decir, a la esencia del ciervo.
Me interesa parte de la rica simbología del ciervo como animal rodeado de magia y misterio. El ciervo ha sido símbolo de la vida por la renovación anual de su cornamenta; cuestiones como la renovación y la fertilidad que tienen su par en el comienzo, el amanecer y la creación. Esta cuestión queda reflejada en la luz que modela el cuerpo del ciervo, una luz de un amanecer. El ciervo es un animal solar, anunciador, llegando a representar el propio sol, el camino hacia la luz. He evitado asociar vertientes relacionadas con la cobardía, pues el ciervo es un animal asustadizo que huye ante cualquier situación de sobresalto; pero este ciervo tiene una pose digna, mira de frente y no muestra indicios de ir a correr, evocando en su lugar a un instinto elemental de serenidad y armonía. Me interesan mucho las leyendas en las cuales el ciervo es un hechicero, un ser mágico, que si es perseguido nos lleva a un mundo irreal, a un mundo mágico o a la propia muerte, representando el paso de lo profano a lo sagrado, de lo real a lo mágico, o de la vida a la muerte.
El entorno del ciervo está separado por un espacio de lino y una línea que refuerzan el carácter privado, introspectivo. El paisaje remite a la naturaleza doméstica, es un paisaje doméstico, propio de un jardín, con rosales y otras plantas. He querido plantear así una nota de confusión, de contraste entre la naturaleza libre del animal y el instinto contenido, sometido a determinados contextos.
Ciervo. Acrílico sobre lienzo, 204 x 160 cm. 2009
